La voz del poeta maya-quiché Humberto Ak’abal es un testimonio auténtico de la cultura viva de su pueblo. También los lectores de habla alemana aprecian el valor universal de su literatura indígena.
En entrevista con DW, Ak'abal cuenta que no fue fácil abrirse caminos en Guatemala para publicar sus textos en quiché, porque, en el marco de la discriminación de los pueblos indígenas, era considerado vergonzoso expresarse públicamente en una lengua originaria.
Sin embargo, “El animalero” (1990), su primera colección de poemas, tuvo un éxito inmediato y sobre todo su segundo libro, “Guardián de la caída de agua” (1993), llamó la atención del público latino y europeo y le valió el premio “Quetzal de Oro APG” al mejor libro del año por parte de la Asociación de Periodistas de Guatemala.
Durante su primera visita a Europa, en 1994, Humberto Ak'abal conoció a quien sería su futuro traductor al alemán, Erich Hackel, a quien le une una estrecha amistad. Cuatro años más tarde, el mundo de habla alemana le abrió las puertas a su poesía. Ya en 1998, la editorial alemana de la Cooperativa de Dürnau, así como la editorial suiza “Unionsverlag” publicaron sus primeros poemarios en lengua germana: “Blätter und Mond” (Hojas y luna) y “Trommel aus Stein” (Tambor de piedra), respectivamente.
En 2005, apareció la antología “Das Weinen des Jaguars” (El llanto del jaguar) de la editorial austriaca “Thanhäuser”. En declaraciones a DW, representantes de la editorial alemana y suiza destacaron la indiscutible calidad de la literatura de Ak'abal, independientemente del idioma u origen del autor.
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